La actividad comercial en las ciudades afectadas por las cenizas volcánicas cayó en promedio casi un 50 por ciento en la primera quincena de este mes, aunque en algunas localidades la merma de las ventas alcanza hasta el 90 por ciento.
Así lo informó ayer la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) que destacó que «el impacto económico de la caída de cenizas volcánicas sobre las principales ciudades turísticas de la Patagonia está siendo mucho más profundo de lo imaginado», ya que «sólo en la primera quincena de julio, las ventas minoristas en las ciudades más afectadas cayeron hasta un 90 por ciento, frente a igual período del año pasado».
GRAVE CAIDA DE VENTAS
En un comunicado de prensa, difundido por la agencia noticiosa DyN, se aclaró que «en promedio, la caída de ventas en la zona asciende a 49,3 por ciento, una magnitud grave que refleja la parálisis económica que afecta a importantes ciudades como Bariloche, Villa La Angostura, Ushuaia, Puerto Madryn, Río Gallegos o Comodoro Rivadavia, que quedaron completamente aisladas del movimiento turístico nacional».
La lluvia de cenizas se inició el 4 de junio, con la erupción del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, y alcanzó a la mayor parte de las ciudades patagónicas. «El impacto no sólo queda visible en la alteración del ecosistema de esas localidades, sino en el elevadísimo costo económico que provocó la reducción abrupta del flujo turístico, que para muchas ciudades de la zona es la principal fuente de ingresos», señala el comunicado de Came. Al respecto, la información destaca que «el impacto en las ciudades patagónicas que viven del turismo es doblemente grave, porque las encuentra en la antesala de la temporada alta, donde se trabaja con ocupación hotelera plena y el movimiento turístico obtenido determina la dinámica económica del resto del año».
Para dimensionar el efecto, la entidad que comanda Osvaldo Cornide puntualizó que «hace 45 días que la región patagónica se encuentra prácticamente sin vuelos» y que «el turismo terrestre compensa muy poco (esa situación), porque la mayoría de los visitantes de la zona son extranjeros o provenientes de puntos lejanos del país, que cambian de destino si tienen que perder tantas horas de viaje».
«A su vez -agrega el comunicado- a pesar de la caída de nieve, buena parte de los centros de esquí de la zona no tendrán posibilidades de abrir sus puertas».
EL IMPACTO ECONOMICO
Resume también el impacto en las ventas minoristas y en la ocupación hotelera en las principales localidades afectadas, como por ejemplo la ciudad neuquina de Villa La Angostura, donde ambas actividades cayeron un 90 por ciento. En la rionegrina Bariloche, las ventas minoristas tuvieron en la primera quincena de julio una merma del 78 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado, mientras que la ocupación hotelera disminuyó en un 65 por ciento. En Junín de Los Andes, en tanto, la caída de las ventas minoristas y de la ocupación hotelera fue del 60 por ciento; en las ciudades fueguinas de Ushuaia y Río Grande, del 50 por ciento para las ventas minoristas, mientras que en las santacruceñas de Río Gallegos y El Calafate lo hicieron en un 50 y un 30 por ciento, respectivamente.
El relevamiento de Came da cuenta también de que en las ciudades chubutenses de Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia y Trelew, las ventas retrocedieron 50, 45 y 25 por ciento, respectivamente.
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