Un grupo de investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de la Patagonia San Juan Bosco, realizó una exposición sobre las “Transformaciones en el espacio rural del Valle Inferior del Río Chubut a partir del agroturismo”. En la oportunidad, destacaron el sentido de pertenencia que se desarrolla en los productores así como también se desarrollan lazos que permiten comercializar y trabajar en conjunto.
En este sentido, El Diario dialogó con Gladys Alcarraz, directora del proyecto de investigación, quien sostuvo: “Lo que estamos analizando son las transformaciones rurales en el Valle, cuáles son las transformaciones que se producen en el espacio a partir de la implementación de determinadas actividades, empezamos por el agroturismo, pero el proyecto va a continuar con otras actividades. Lo que estamos trabajando es un tema teórico en la geografía. Las primeras cosas que presuponíamos y que confirmamos es que a pesar de que son pocos los que hacen agroturismo, es que se intensifica la relación que tienen con el espacio al haber empezado con esta actividad complementaria que es el agroturismo, ellos no dejan la actividad rural que tenían previamente sino que la revalorizan con actividades tradicionales como los modos de siembra, de crianza, que las revalorizan a partir de mostrarlas como la forma de una actividad complementaria más.”
Trabajo mancomunado
Por otro lado, la investigación realizada revela que realizar la actividad de agroturismo refuerza el sentido de pertenencia y el sentido de lugar -como lo llaman desde la teoría de la geografía-, “Esa cosa de mostrar mi tierra, cómo la produzco, como una actividad más y de este modo establezco una relación con mi tierra y una necesidad de identificarse, de tenerla bien de que guste y se valorice eso que ya tenían pero que no estaba expuesto como destino turístico, ayuda a que no se vayan a la ciudad y que quieran seguir quedándose en la chacra, a que participen de capacitaciones que no estaban acostumbrados pero los productores de agroturismo tienen un apoyo desde la institución INTA que los convoca a que hagan reuniones mensuales, que se planteen las problemáticas, que pidan capacitaciones, y esa cosa ha generado relaciones a lo largo de todo el Valle, como organizarse para acudir a las ferias de 28 de Julio, enla Rural de Trelew, en alguna fiesta, es como que se dio una organización como grupo y participan de las distintas instancias para vender sus productos como agroindustria, para mostrar lo que hacen.”
Consultada acerca de las actividades que reúnen a este grupo de productores, la investigadora destacó que se dedican a vender sus productos, a realizar conservas, hay productores que están abocados a la parte de la lana, al hilado, al teñido y la confección de prendas en telar, quienes recientemente tuvieron una capacitación que hizo INTA; otros hacen chacinados, quesos con leche de oveja, entre otras actividades.
Fomentar el agroturismo
Dicha actividad turística no cuenta con suficiente difusión en nuestra zona, a pesar que tanto a nivel nacional como internacional ha cobrado un auge relevante. Según informó Alcarraz, a los productores locales les falta ingresar en el mercado de las agencias de turismo para lograr un verdadero fomento de la actividad.
Sobre este punto, la investigadora puntualizó: “Los productores de agroturismo no entran dentro del circuito de las agencias de turismo, sino que ellos están cada cual en su chacra y quien pide ir a verlos, las tranqueras las tienen abiertas. Cada municipio lo que hace cuando se acerca el turista es mostrarle la cantidad de chacras de agroturismo que pueden ser visitadas, algunos de los productores que comenzaron en el año 2000 como productores que se iban a dedicar al agroturismo, tuvieron una capacitación específica, pero hay otros productores que no participaron de esa capacitación pero que se anotaron por su cuenta. No tienen tanta demanda, es como que todavía les falta esa llegada a las agencias de turismo, porque en general los tours que están planteados los llevan a Punta Tombo, a tomar el té galés, y si les sobra tiempo visitan alguna chacra de agroturismo; sí hay gente que viene en forma particular y sí quiere ver formas de producción distintas, alguna antigüedad que conservan en la chacra, o la forma de producir de antaño.”
En este sentido, El Diario dialogó con Gladys Alcarraz, directora del proyecto de investigación, quien sostuvo: “Lo que estamos analizando son las transformaciones rurales en el Valle, cuáles son las transformaciones que se producen en el espacio a partir de la implementación de determinadas actividades, empezamos por el agroturismo, pero el proyecto va a continuar con otras actividades. Lo que estamos trabajando es un tema teórico en la geografía. Las primeras cosas que presuponíamos y que confirmamos es que a pesar de que son pocos los que hacen agroturismo, es que se intensifica la relación que tienen con el espacio al haber empezado con esta actividad complementaria que es el agroturismo, ellos no dejan la actividad rural que tenían previamente sino que la revalorizan con actividades tradicionales como los modos de siembra, de crianza, que las revalorizan a partir de mostrarlas como la forma de una actividad complementaria más.”
Trabajo mancomunado
Por otro lado, la investigación realizada revela que realizar la actividad de agroturismo refuerza el sentido de pertenencia y el sentido de lugar -como lo llaman desde la teoría de la geografía-, “Esa cosa de mostrar mi tierra, cómo la produzco, como una actividad más y de este modo establezco una relación con mi tierra y una necesidad de identificarse, de tenerla bien de que guste y se valorice eso que ya tenían pero que no estaba expuesto como destino turístico, ayuda a que no se vayan a la ciudad y que quieran seguir quedándose en la chacra, a que participen de capacitaciones que no estaban acostumbrados pero los productores de agroturismo tienen un apoyo desde la institución INTA que los convoca a que hagan reuniones mensuales, que se planteen las problemáticas, que pidan capacitaciones, y esa cosa ha generado relaciones a lo largo de todo el Valle, como organizarse para acudir a las ferias de 28 de Julio, en
Consultada acerca de las actividades que reúnen a este grupo de productores, la investigadora destacó que se dedican a vender sus productos, a realizar conservas, hay productores que están abocados a la parte de la lana, al hilado, al teñido y la confección de prendas en telar, quienes recientemente tuvieron una capacitación que hizo INTA; otros hacen chacinados, quesos con leche de oveja, entre otras actividades.
Fomentar el agroturismo
Dicha actividad turística no cuenta con suficiente difusión en nuestra zona, a pesar que tanto a nivel nacional como internacional ha cobrado un auge relevante. Según informó Alcarraz, a los productores locales les falta ingresar en el mercado de las agencias de turismo para lograr un verdadero fomento de la actividad.
Sobre este punto, la investigadora puntualizó: “Los productores de agroturismo no entran dentro del circuito de las agencias de turismo, sino que ellos están cada cual en su chacra y quien pide ir a verlos, las tranqueras las tienen abiertas. Cada municipio lo que hace cuando se acerca el turista es mostrarle la cantidad de chacras de agroturismo que pueden ser visitadas, algunos de los productores que comenzaron en el año 2000 como productores que se iban a dedicar al agroturismo, tuvieron una capacitación específica, pero hay otros productores que no participaron de esa capacitación pero que se anotaron por su cuenta. No tienen tanta demanda, es como que todavía les falta esa llegada a las agencias de turismo, porque en general los tours que están planteados los llevan a Punta Tombo, a tomar el té galés, y si les sobra tiempo visitan alguna chacra de agroturismo; sí hay gente que viene en forma particular y sí quiere ver formas de producción distintas, alguna antigüedad que conservan en la chacra, o la forma de producir de antaño.”
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