La Presidenta habló en la ceremonia en la que las Abuelas de Plaza de Mayo recibieron el premio de Fomento de la Paz en París.
Las Abuelas de Plaza de Mayo fueron consagradas ayer en París por la UNESCO con el Premio Fomento de la Paz, y la presidenta Cristina Kirchner destacó que el galardón simboliza la “superación de un momento muy trágico y doloroso” que vivió el país durante la última dictadura militar.
La jefa de Estado se pronunció de esa forma al participar de la ceremonia en la sede de la UNESCO, donde se realizó la ceremonia en la que la titular de Abuela, Estela de Carloto, recibió el premio de la Paz Félix Houphouët-Boigny.
Al brindar un discurso, la Presidenta dijo que “hubiera sido mejor no tener que recibir ningún premio por no haberse violado en nuestro país los derechos humanos”, y subrayó que las integrantes de esa organización de derechos humanos “jamás preconizaron o hicieron uso de la violencia”.
En ese espacio, Cristina reivindicó la política de derechos humanos que puso en marcha el ex presidente Néstor Kirchner, a quien rindió un “sentido homenaje” al considerar que fue “una figura decisiva en la historia de la Argentina para vencer y derribar el muro de la impunidad, como las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”.
Además destacó el rol de Francia frente a la última dictadura militar argentina, al recordar que ese país denunció internacionalmente los crímenes de lesa humanidad que se estaban perpetrando en aquella época.
Y ratificó que desde la Argentina siempre se estará “condenando, cualquiera sea el lugar en donde los derechos humanos se violen, esta verdadera lacra de la humanidad”. Cristina Kirchner participó de la ceremonia de entrega del premio de la Paz Félix Houphouët-Boigny a Abuelas de Plaza de Mayo, acompañada por el canciller Héctor Timerman y un grupo de nietos en representación de los 105 hijos de desaparecidos que recuperaron su identidad, entre los cuales estaban la diputada nacional Victoria Donda y el legislador porteño Juan Cabandié.
Ese galardón en anteriores ediciones fue entregado a personalidades como Nelson Mandela, Lula Da Silva, Jimmy Carter, Yitzhak Rabin, Shimon Peres y Yasser Arafat, entre otros.
A su turno, Estela de Carlotto, luego de recibir el premio de manos de la secretaria general de la UNESCO, Irina Bokova, agradeció a ese organismo de la ONU y elogió las políticas de derechos humanos de las gestiones kirchneristas. Para Carlotto, la lucha que inició Abuelas durante la dictadura militar “se vio complementada y fortalecida a partir de 2003, cuando las políticas de Estado se comprometieron con la investigación de nuestro ingrato pasado, y se alinearon con el pueblo en la búsqueda de la igualdad y la justicia”.
“Nos conmueve muchísimo al ver que fue de la vida de nuestros 305 nietos recuperados, quienes, a pesar de de que han atravesado situaciones muy dramáticas, hoy pueden soñar y construyen la democracia”, agregó Carlotto, visiblemente emocionada.
La jefa de Estado se pronunció de esa forma al participar de la ceremonia en la sede de la UNESCO, donde se realizó la ceremonia en la que la titular de Abuela, Estela de Carloto, recibió el premio de la Paz Félix Houphouët-Boigny.
Al brindar un discurso, la Presidenta dijo que “hubiera sido mejor no tener que recibir ningún premio por no haberse violado en nuestro país los derechos humanos”, y subrayó que las integrantes de esa organización de derechos humanos “jamás preconizaron o hicieron uso de la violencia”.
En ese espacio, Cristina reivindicó la política de derechos humanos que puso en marcha el ex presidente Néstor Kirchner, a quien rindió un “sentido homenaje” al considerar que fue “una figura decisiva en la historia de la Argentina para vencer y derribar el muro de la impunidad, como las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”.
Además destacó el rol de Francia frente a la última dictadura militar argentina, al recordar que ese país denunció internacionalmente los crímenes de lesa humanidad que se estaban perpetrando en aquella época.
Y ratificó que desde la Argentina siempre se estará “condenando, cualquiera sea el lugar en donde los derechos humanos se violen, esta verdadera lacra de la humanidad”. Cristina Kirchner participó de la ceremonia de entrega del premio de la Paz Félix Houphouët-Boigny a Abuelas de Plaza de Mayo, acompañada por el canciller Héctor Timerman y un grupo de nietos en representación de los 105 hijos de desaparecidos que recuperaron su identidad, entre los cuales estaban la diputada nacional Victoria Donda y el legislador porteño Juan Cabandié.
Ese galardón en anteriores ediciones fue entregado a personalidades como Nelson Mandela, Lula Da Silva, Jimmy Carter, Yitzhak Rabin, Shimon Peres y Yasser Arafat, entre otros.
A su turno, Estela de Carlotto, luego de recibir el premio de manos de la secretaria general de la UNESCO, Irina Bokova, agradeció a ese organismo de la ONU y elogió las políticas de derechos humanos de las gestiones kirchneristas. Para Carlotto, la lucha que inició Abuelas durante la dictadura militar “se vio complementada y fortalecida a partir de 2003, cuando las políticas de Estado se comprometieron con la investigación de nuestro ingrato pasado, y se alinearon con el pueblo en la búsqueda de la igualdad y la justicia”.
“Nos conmueve muchísimo al ver que fue de la vida de nuestros 305 nietos recuperados, quienes, a pesar de de que han atravesado situaciones muy dramáticas, hoy pueden soñar y construyen la democracia”, agregó Carlotto, visiblemente emocionada.
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