martes, 29 de noviembre de 2011

Hoy estrenan el documental sobre Cittadini.- Articulo de diario "Jornada" 26/11/2011

Ricardo era un estudiante de Ciencias Económicas oriundo de Trelew, residente en La Plata, que fue desaparecido en agosto de 1976. Militaba en la Juventud Universitaria Peronista y lo detuvieron en Capital Federal. A instancias de su hermano Eduardo, la familia reactivó el caso.
Hoy a las 19 en la sala de El Árbol de Trelew se estrenará el documental "Una por una (tratando que no se borre)", un trabajo audiovisual que reconstruye la búsqueda de Eduardo Cittadini, uno de los hermanos de Ricardo, el estudiante chubutense de Ciencias Económicas desaparecido en 1976.

La realización estuvo a cargo de Cristian Serio y Guillermo Colombo, quienes integran la productora SNS Comunicación de Mar del Plata.

La exhibición tendrá lugar hoy en Ameghino 764 y tendrá entrada libre y gratuita. Para el lanzamiento también se espera la presencia de Pablo Llonto, abogado de la causa.

Historias mínimas

Cristian Serio fue el primero en tomar contacto con el libro "No saben lo que me piden: la vida de Ricardo Cittadini, su militancia, su desaparición y la búsqueda de su familia", escrito por su hermano Eduardo. "El texto nos sirvió de manual para realizar el documental", explicó Serio. "Pero buscamos darle una mirada más actual para acercarnos a ese momento, tratando de pararnos en el presente", agregó.

El trabajo toma como protagonista a Eduardo, ingeniero agrónomo radicado en Gaiman, y avanza junto a él. "Eduardo fue la persona que nos permitió contar la historia y de esa manera pudimos abordar la temática", mencionó Serio. "Es un personaje propio del post 2005, a partir de la caída de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final", agregó.

Por su parte Guillermo Colombo definió: "La historia es pequeña pero condensa un montón de aspectos que el lenguaje documental permite mostrar. A través del trabajo ofrecemos una mirada y dejamos que los espectadores formen su opinión".

Además de los familiares, participan en el video el abogado Pablo Llonto, el periodista Víctor Hugo y el filósofo José Pablo Feinman, encargado de marcar el contexto político de la época.

"La intervención de Víctor Hugo es muy importante porque nos dio parte del título", mencionó Serio. "Sobre el final dice que hay que reconstruir cada historia una por una para no perder la inmensidad del horror en el número, y que también se trata de construir la memoria colectiva a través de contar las historias mínimas", agregó.

Un final abierto

Colombo explicó que "por momentos dudamos si es un documental, que se entiende más como revisión de archivo periodístico. Pero este trabajo tiene diferentes matices. Acá el laburo de archivo es de tres minutos o cuatro a lo sumo".

En ese sentido Eduardo Cittadini mencionó que "lo documenta muy bien el trabajo es lo que no se sabe, las contradicciones, y no da una respuesta. Se presentan distintas posiciones y el espectador lo puede interpretar para un lado o para el otro. Queda muy claro que tiene un final abierto. Documenta los vacíos".

Con respecto al producto final, el ingeniero menciona que "Una por una" "logra combinar una historia dramática, terrible, que termina con alegría. Ese juego de drama y la vida que continúa está muy bien balanceado. Tampoco hay morbo o escenas violentas", asegura. "Lo veo como una herramienta que permite seguir profundizando", menciona.

En se sentido Cittadini confió en que la propuesta "también pueda generar debate. Para mí sería excelente si este documental fuera comprado por el Ministerio de Educación, por ejemplo, y se pasara en las escuelas para que se discuta entre los jóvenes".

Los silencios

"Una por una" es una de las primeras historias de un desaparecido chubutense que se reconstruye y alcanza un cierto nivel de difusión pública. "Esto sucede en todo el país", asegura Cittadini. "En los ochenta había negación a la militancia. La postura de las familias era "mi hijo no estaba metido en nada" porque se pensaba que eso podía ayudar a obtener más información y porque estaba muy instalada la teoría de los dos demonios. En los noventa ni se habló, pero a partir del 2003 se empezó a reivindicar la militancia como algo positivo. Fue un largo proceso de treinta años, en el que varias familias se perdieron", explicó el ingeniero.

A partir de su experiencia personal el profesional expresó que "es muy difícil arrancar una investigación porque no sabés cómo empezar ni por dónde, Y porque es emocionalmente muy complicado. Mi proceso fue por pulsos: tenía meses en que no hacía nada, y por ahí en un fin de semana hacía treinta o cuarenta llamados y avanzaba un montón. Sigo así: cuando me da el cuero avanzo".

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