El balance fue satisfactorio. Según el ministro de Justicia, Julio Alak, “la Argentina es el país que más armas destruyó por la entrega voluntaria de sus dueños”.
Adiós a las armas. Casal y Alak observan antes de la destrucción.
Fue el cierre del funcionario en el acto que se desarrolló en la localidad de Campana y en el cual se observó un lote proveniente de Chubut, de 452 armas de fuego, de un total de 16.300.
Hasta el momento, según el propio Alak, se destruyeron y fundieron 150 mil armas, lo que pone a la Argentina en el tope del acatamiento del desarme civil en todo el mundo, en el escenario de la prevención de la violencia.
Como se anunció, participaron del “acto de desarme” el propio Alak, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, y el director del RENAR, Andrés Meiszner, en la segunda fase del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Andrés Meiszner (hombre vinculado al riñón del jefe de gabinete, Aníbal Fernández, e hijo del vicepresidente de la AFA, José Luis Meiszner), dijo: “Es importante destacar que con las delegaciones del RENAR y los puestos móviles hoy llegamos a todo el territorio nacional y por lo tanto podemos promover la entrega voluntaria y anónima en todas las provincias”.
Fueron destruidas un total de 9.804 armas que fueron entregadas anónima y voluntariamente en los puestos móviles municipales bonaerenses, y otras 6.550 provenientes de distintos depósitos judiciales de las provincias de Chubut, Neuquén, Misiones y Río Negro. El producto de la posterior fundición de los metales fue donado a la Fundación del Hospital de Pediatría, Juan Garrahan. A partir de esta semana, funcionarán bocas móviles en la ciudad de Bahía Blanca y en las provincias de Formosa y de Santa Cruz, en una tercera fase de desarme civil. Los valores que obtienen a cambio quienes entreguen voluntariamente sus armas, de acuerdo al tipo de arma y su calibre, oscilan de los 200 a los 600 pesos.
Como se recordará, en Chubut, por disposición del gobernador Mario Das Neves funcionan dos oficinas del RENAR, las cuales recibirán entregas voluntarias de armas hasta fines de este año y durante todo el 2012, en el marco de acompañamiento al plan nacional
Hasta el momento, según el propio Alak, se destruyeron y fundieron 150 mil armas, lo que pone a la Argentina en el tope del acatamiento del desarme civil en todo el mundo, en el escenario de la prevención de la violencia.
Como se anunció, participaron del “acto de desarme” el propio Alak, el ministro de Justicia bonaerense, Ricardo Casal, y el director del RENAR, Andrés Meiszner, en la segunda fase del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Andrés Meiszner (hombre vinculado al riñón del jefe de gabinete, Aníbal Fernández, e hijo del vicepresidente de la AFA, José Luis Meiszner), dijo: “Es importante destacar que con las delegaciones del RENAR y los puestos móviles hoy llegamos a todo el territorio nacional y por lo tanto podemos promover la entrega voluntaria y anónima en todas las provincias”.
Fueron destruidas un total de 9.804 armas que fueron entregadas anónima y voluntariamente en los puestos móviles municipales bonaerenses, y otras 6.550 provenientes de distintos depósitos judiciales de las provincias de Chubut, Neuquén, Misiones y Río Negro. El producto de la posterior fundición de los metales fue donado a la Fundación del Hospital de Pediatría, Juan Garrahan. A partir de esta semana, funcionarán bocas móviles en la ciudad de Bahía Blanca y en las provincias de Formosa y de Santa Cruz, en una tercera fase de desarme civil. Los valores que obtienen a cambio quienes entreguen voluntariamente sus armas, de acuerdo al tipo de arma y su calibre, oscilan de los 200 a los 600 pesos.
Como se recordará, en Chubut, por disposición del gobernador Mario Das Neves funcionan dos oficinas del RENAR, las cuales recibirán entregas voluntarias de armas hasta fines de este año y durante todo el 2012, en el marco de acompañamiento al plan nacional
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